“ERGONOMÍA EN LA COCINA”


Una cocina cómoda es perfecta, para conseguirlo debemos de tener
en cuenta muchos aspectos, pero sobre todo que nuestro cuerpo no
sufra; que tengamos la postura y los muebles perfectos nos
ayudarán a estar más sanos y más fuertes.
Las bases de la ergonomía son:
 Distribución correcta y adecuada al espacio.
 Posturas correctas y variadas.
 Muebles y electrodomésticos centrados en las necesidades.
 Visibilidad, accesibilidad e iluminación.

Las claves para que nos faciliten el día a día en la cocina son varias;
estamos seguros que con estos “trucos” no te molestará pasar más
tiempo en la cocina!

  • Triángulos de trabajo para una óptima distribución del
    espacio. Las tareas en la cocina pueden ser muy laboriosas,
    pese a la ayuda que muchos accesorios y electrodomésticos
    proporcionan. Una buena organización es unir la zona de
    almacenaje (despensa, nevera), la zona de aguas (fregadero,
    lavavajillas) y la de cocción (placa de cocción), por medio de
    triángulos de trabajo de tamaño reducido y, por tanto, corto
    recorrido. La suma de los tres lados que las unen no debería
    exceder de 650 cm. En la disposición ideal de la cocina las tres
    áreas se deber intercalar con encimeras.
  • Personalización de la altura de trabajo para las encimeras.
    Existen tablas de cálculo que relacionan estatura del usuario y altura ideal para el trabajo, para obtener una medida personalizada. Se calculan midiendo a la persona erguida, usando zapatos cómodos como habitualmente se emplean en la cocina y poniendo los antebrazos a 90º con relación al eje vertical del cuerpo. Si en esta posición medimos la distancia desde el suelo hasta el codo y le restamos 15 cm, tendremos la altura de trabajo idónea.
  • Adaptación del mobiliario. La altura de los diferentes módulos
    es lo primero que se debe medir. Distinguimos entre los
    muebles bajos, cuya medida estándar está entre un mínimo
    de 60 cm y un máximo de 72 cm de altura, sin contar zócalos o
    patas ni encimera. Para los módulos altos, entre 70 y 90 cm se
    encontraría la altura ideal. El espacio entre ambos puede ir
    desde los 20 a 120 cm. Para que una cocina resulte
    ergonómica se debe optar por un mobiliario adaptado a la
    altura del usuario. Los interiores de cajones y armarios deben
    favorecer el orden y la correcta disposición de los utensilios,
    mediante clasificadores y topes, con el fin de tenerlo todo a
    mano y bien colocado. Respecto a los tiradores, éstos deben
    ser ligeros y fáciles de utilizar.
  • Instalación de los electrodomésticos. Su instalación correcta,
    para no hacer posturas imposibles, hará que se logre mayor
    ergonomía en la cocina. Por ejemplo, el horno/microondas
    deben colocarse a la altura de los ojos para visualizar su
    interior sin problemas, integrados en el mobiliario en
    columna. Existen además soluciones para elevar la altura del
    lavavajillas de forma que se eviten posiciones perjudiciales
    para la espalda.
  • Accesorios que promueven la seguridad y comodidad.
    Actualmente, hay una gran variedad de complementos que
    facilitan el día a día en la cocina: sistemas de selección de desperdicios, cubos con pedal, columnas de almacenaje, soportes para tablets, organizadores de especias, griferías flexibles…. Apostar por estas pequeñas/grandes ayudas harán que notes un mayor rendimiento en el día a día en la cocina, invirtiendo en seguridad, salud y confort.